Imaginen este panorama: tranquilidad, una vista privilegiada, vinos que seducen y encantan, un lago majestuoso y buena compañía. ¿Qué mejor?. Ahora si a esto le sumamos que está en el corazón del Maule, la oportunidad se transforma en algo irresistible.

Nos reunimos y emprendemos viaje a ChezL´Habitant. El camino de por sí ya es una maravilla. Tupido bosque, casas desperdigadas por la ruta que parecen escondidas entre la naturaleza y postales sorprendentes del Lago Colbún son la antesala de lo que nos espera. Sólo algunas torres de alta tensión que se levantan en el lugar nos hacen recordar que nos encontramos en las cercanías de la central hidroeléctrica más grande de Chile.

Llegamos al lugar, una sencilla entrada nos da la bienvenida, comenzamos a recorrer los bien dispuestos caminos peatonales de acceso y llegamos a donde nos espera el dueño del lugar Alejandro Riquelme, quien nos adelanta un poco de lo que vamos a vivir.

Mientras todo se alista nos dejamos sorprender por los detalles de la decoración, la terraza y su panorámica del atardecer, el silencio a veces interrumpido por el viento que se cuela entre los árboles y los pájaros que saben que se acerca la hora de dormir.

De pronto nos avisan que todo está listo. Nos disponemos en el bien provisto bar y comenzamos a descubrir los sabores de los vinos seleccionados para la cata, acompañados en cada momento de la explicación justa de nuestro anfitrión.

Quesos y frutos secos acompañan a la perfección los mostos que sin darnos cuenta ya llevamos casi dos horas disfrutando.

La experiencia es completamente recomendable para ser vivida en pareja o con un grupo de amigos ya que el poder compartir experiencias y sensaciones en torno al buen vino es el objetivo principal.

**Dato Viajero: No importa la fecha del año en que reserve ya que el camino se mantiene en buenas condiciones y el lugar está acondicionado para hacer grata su visita. Puede pagar con tarjetas bancarias. ChezL´Habitant cuenta con señal de Wi Fi y es atendido por sus propios dueños.